En la mayoría de los casos la xerostomía se diagnostica tarde. Esto sucede porque cada persona percibe la sequedad bucal de forma diferente y, de hecho, algunos estudios científicos indican que se puede llegar a perder un 50% de flujo salival sin notar la boca seca. Por eso, muchas personas que tienen la boca seca no se dan cuenta de que es un problema hasta que los síntomas se vuelven más graves.
En otras ocasiones, aunque el paciente manifieste tener sequedad bucal el médico puede no encontrar ningún signo objetivo de sequedad bucal o no encontrar la causa y los pacientes deben acudir a distintos médicos especialistas para encontrar la causa.
Historia clínica
Para diagnosticar la xerostomía o boca seca el médico preguntará al paciente la cantidad de líquidos que ingiere al día, el tipo de alimentación que sigue, si toma alcohol o fuma, sus hábitos de higiene oral, enfermedades y trastornos metabólicos, medicamentos que toma y si ha seguido algún tratamiento radioterapéutico.
El médico también valorará los síntomas que le refiera el paciente teniendo en cuenta que el umbral de sensación es subjetivo. Los pacientes deben informar de cualquier signo o síntoma de sequedad bucal, aunque sean leves.
Los síntomas y signos más frecuentes de la boca seca son saliva viscosa y espumosa, problemas para hablar, masticar y tragar, sed constante, boca reseca, sensación de ardor y dolor en la lengua, labios secos y agrietados, heridas en las comisuras de los labios, aftas bucales, ardor de garganta, halitosis, caries en la raíz de los dientes (este es uno de los principales signos de la xerostomía) y enfermedades periodontales como la gingivitis.
Exploración
El médico realizará una exploración de boca y mucosa para detectar signos como palidez y falta de brillo en la mucosa oral, candidiasis, caries en el cuello de los dientes, fisuras en la lengua, etc.
También palpará la zona donde se encuentran las glándulas salivales para comprobar su consistencia.
Es posible que el médico solicite una analítica de sangre para detectar anticuerpos específicos de enfermedades autoinmunes.
Pruebas complementarias para diagnosticar la boca seca
Las glándulas salivales producen entre 1 y 5 litros de saliva al día. Cuando la cantidad de saliva disminuye a la mitad (flujo inferior a 0,5 ml/min) tanto en reposo como con estímulo es cuando se habla de boca seca.
Existen diversas pruebas para examinar el flujo salival, pero las más utilizadas son:
–Sialometría: medición de la cantidad de saliva en reposo y con estímulo (pacientes con dientes: pastillas de parafina; pacientes sin dientes: estimulación química gustativa con ácido cítrico al 10%)
–Sialografía con contraste: Técnica de imagen en la que se observa por contraste la velocidad de secreción y las posibles calcificaciones que podrían producir obturación de los conductos.
–Gammagrafía: Permite la observación de la funcionalidad de las glándulas para determinar si están alteradas.
–Ultrasonido.
–Resonancia magnética.
–Tomografía computerizada.
–Biopsia de las glándulas salivales para observar la inflamación y destrucción del tejido glandular. En caso de que se sospeche que el paciente tiene Síndrome de Sjögren se realizará una biopsia de las glándulas salivales menores y una analítica de sangre para detectar anticuerpos.
Deja una respuesta